Quisiéramos rescatar más, pero por espacio, tiempo y recursos, debemos decidir a quien si y a quien no.
Es muy difícil y triste elegir a quien darle la oportunidad, pero lo habitual es que demos preferencia al animalito que está peor: atropellados, heridos, enfermos, desnutridos. Porque animalitos “sanos” en la calle hay muchos y no podemos sacarlos a todos, por lo tanto le damos preferencia al que está peor.
Pero además debemos tener alguna jaula o espacio disponible para recibirlo, y debemos tener cómo ir a buscarlos.
…aquí es cuando tu piensas “pero yo se los voy a dejar“. Si así fuera, en una semana tendríamos 100 personas dejándonos perros y gatos, muchas veces suyos que ya no quieren cuidar. Y colapsaríamos, más de lo colapsados que ya estamos.
Resumiendo: nosotros vamos a buscar directamente a la calle, y muchas veces nos enteramos del caso por las RRSS o simplemente recorriendo algunos barrios en que sabemos que hay mucho abandono.